CREA RUTINAS
Establece una rutina personal de autocuidado de forma regular. Evita esperar a que el estrés se acumule o te sobrepase. Es importante no cancelar o descuidar tu rutina cuando el trabajo se acumula.
CONÉCTATE CONTIGO MISMO
Atiende tus necesidades básicas: duerme lo suficiente, bebe agua, come alimentos saludables y conéctate con la naturaleza a través del ejercicio y la relajación. Mantente la concentración tomándote unos minutos entre actividades para concentrarte en tu respiración.
CONÉCTATE CON OTROS
Crea y nutre una red de apoyo de amigos y familiares. Conéctate con tus colegas para fomentar grupos de apoyo entre iguales que te permitan compartir las mejores prácticas y construir relaciones. Trabaja con centros educativos para crear una cultura de cuidado para el profesorado. Las escuelas deben proporcionar adaptaciones y recursos para mejorar la salud y el bienestar de su personal.
OBSÉRVATE A TI MISMO
Párate. Dedica tiempo a prestar atención a tu bienestar. Observa los primeros signos de agotamiento, como aumento de la fatiga, irritabilidad, impaciencia o depresión.
TÓMATE EL TIEMPO QUE NECESITES PARA REFLEXIONAR
Párate a pensar cómo las experiencias que vives te generan un impacto en ti, tanto en formas dolorosas como gratificantes. La autorreflexión te ayudará a articular tu crecimiento personal y tus metas futuras.
BUSCA APOYO FORMAL
Cuida tus necesidades emocionales, mentales y físicas a través de actividades y recursos. Busca apoyo profesional cuando creas que puede necesitarla.
Fuente: https://reimaginingmigration.org/wp-content/uploads/2018/12/Self-Care-Strategies-for-Educators_Re-imagining-Migration.pdf